
Como dijimos, la llegada de empresarios y fabricantes catalanes al territorio gallego trajo un nuevo sector económico a Vigo, el de la industria, donde tuvo un progreso rápido e impresionante. En la actualidad, hay tres sectores industriales donde la ciudad destaca: el pesquero, el portuario y el de la industria automovilística.
Tradicionalmente, Vigo era una comunidad de pescadores, y no importa cuánto pudo ir creciendo en tamaño o población: la pesca constituía su principal fuente de alimentos y después de riqueza, toda vez que el comercio se impuso y se comenzó una verdadera actividad mercantil. Hoy en día, Vigo exporta pescado y marisco de la mayor calidad no sólo a toda España, sino a Europa, Latinoamérica, Asia e incluso lugares tan lejanos como Australia; sus importantes empresas pesqueras abarcan el comercio en todo el mundo. Sumado a esto, la ciudad es sede de importantes congresos, conferencias y ferias relacionadas con el sector pesquero.
Debido a la gran actividad económica que representa la pesca para la ciudad, el puerto de Vigo también evolucionó para soportar el gran volumen de comercio que se generaba. La industria metalúrgica y los astilleros también se convirtieron en un motor económico por sí mismos, tanto para el cuidado de los barcos pesqueros como la fabricación de nuevas naves no sólo para el comercio, sino también para el ocio y el transporte de personas.
Y es en Vigo donde la empresa francesa Grupo PSA inauguró una de sus fábricas de automóviles más importantes, que exporta vehículos a toda Europa principalmente, pero también al resto del mundo. La empresa, fabricante de marcas como Peugeot, Citröen y Opel, es la más importante del sector que es esencial para la economía de la ciudad, pero también hay otras que se van desarrollando poco a poco. Indirectamente, también ha habido un incremento de empresas que se dedican a la fabricación de piezas y accesorios para automóviles, con lo que el sector ha tenido un gran impacto en toda la economía de la zona.